viernes, 11 de enero de 2013

PECIO


Septiembre y tras luminoso amanecer, abordaron el navío que zarpaba, arriba telas, y les invitaba a vivir aventuras y desventuras.

Grumetes de alma pura, blanca, mesnada ansiosa, que sospechaban apenas se convertirían durante tres largos años en avezados marinos, de tez curtida al sol, avanzando por mares desconocidos, de anchos horizontes.

Allí empezaron a tejer la tupida red del conocimiento, atando cabos, manejando palos, llegando a confines desconocidos, empujados por propicios vientos.

Ahora vuelven a puerto, a buen puerto, atesorados de experiencias vividas de la mano de venturoso patrón, que tatuó en sus vidas señales que solo ellos entenderán.

He buceado en el corazón un marino y he avistado el maravilloso pecio que indeleble permanecerá como vestigio de la más maravillosa travesía, su etapa infantil.


Dedicado a Inés, profesora de Ángela en su etapa infantil (2005-2008), que capitaneó el aula de "Los Vikingos". Por su cariño y dedicación, su dulzura, paciencia y amor al impartir las clases "jugando".

No hay comentarios:

Publicar un comentario