miércoles, 6 de febrero de 2013

ETERNIDAD

Furtivo e imprevisto, un aciago día habrá de llegar,
en que gire el gozne que me abra paso a la eternidad
y mi estado material se vea trocado,
en miríadas de corpúsculos transformado.

Entrégame al viento que quiero mecerme a su paso,
a la brisa suave de la mañana,
volar libre y sin un rumbo elaborado
hacia estepas solitarias y extensos páramos.

Anidaré en la tierra, me mezclaré en su esencia
y en susurros le hablaré a la primavera.
Haré estallar los campos en rubores
y treparé por los tallos de las flores.

Mi piel de pétalos volverá a ser joven,
fresca y lozana luciré encarnada.
Sentirás que vivo para siempre
tapizando anchos campos escarlatas.


4 comentarios:

  1. Qué curioso. Yo siempre he pensado que acabaría mis días en el curso alto de un río y que bajaría saltando primero con el alboroto del agua de un torrente, arremolinado a medio curso y llegaría complacido a saludar a la mar sonriente que me estaría esperando en la desembocadura. Después, tendría los mil paisajes de la mar a mi disposición, para descubrirlos sin prisa.

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  2. Me encanta!!!!! al final formaremos parte del paisaje, para nuestro deleite. Yo miraré el mundo desde el andamio de las flores y volaré transportarda por algún insecto que se haya posado brevemente embelesado en el dulzón aroma de mi néctar.

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  3. Dos almas, constructoras de una vida eterna, se encontraron en una maravillosa fiesta silenciosa en la noche, donde el aroma de las flores convidaba al banquete de luz a unas aguas de indescriptible belleza, que buscando saludar a la mar sonriente bañaban las raíces del árbol cuyo tronco hablaba en silencio de la grandiosidad de su bosque, que no podía prescindir de la sencilla y reducida gota de agua para saciar la sed de sus raíces, y encontraba en el aire ese rocío divino que hacía que el desierto de sus almas florecieran para poder contemplar sin prisa la paz y felicidad para siempre.

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