Sintiendo que la mano helada del viento
Ya no transportaba en su aliento
El susurro de las olas del mar.
Me dejó
Un sabor a sal en los labios,
Sed de horizontes lejanos
Y alas rotas que no podían volar.
Descubrí
Los pecios de todos mis sueños
Varados, asomando los huesos,
Entre fantasmas que empezaban a surgir.
Y quedé
De rodillas en una playa sin agua
Con un futuro al que atravesaba una bala
Descerrajada en mitad de la sien.
Rebroté
De entre todas las ruinas caídas
Restañando mis viejas heridas
Que cubrieron de cicatrices mi piel.
Miré
A los ojos del tropel de fantasmas
Que ya siempre me acompañaban
Y a los que aprendí a no volver a temer.
Y Regresé
A la vida con el primer beso tuyo
Que me puso en los labios el mundo
Y nuevos sueños que endulzaron mi café.
Dos veces has vencido a la pesadilla. La primera, cuando despertaste para dejar atrás el miedo. La segunda, cuando la deslumbraste con el recuerdo del primer beso. Ahora siempre podrás volver a dormir tranquila, ya te sabes vencedora de los fantasmas.
ResponderEliminarMejor aún, los comprendí y me Alié..... Ahora ya nada puedo temer.
ResponderEliminar